¿Borrón y cuenta nueva?
Borrar los sentimientos, cuesta. Vaya que si cuesta. Luchar contra ti mismo y que de repente se rompa todo lo que habías conocido. En este mundo de locos solo lo que conocemos es seguro. Y ¿qué pasa cuando se rompe todo y la ficción supera la realidad? Llorar no es lo peor que te puede pasar. Si te pellizcas y te duele, si lloras y lo sientes, es una buena señal. En cambio, sonreír sin sentir nada puede tener fatales consecuencias. El dolor es un sentimiento más. Te quema, te destruye. Es tan manipulador que puede conseguir que te sometas, que hables o que no. Pero al fin y al cabo es un sentimiento. Sentir es bueno. Te hace humano, mortal. No hay felicidad sin dolor, no hay arco iris sin lluvia. Incluso los sentimientos más horrorosos te hacen sentir vivo. La venganza, el rencor. Pero, ¿qué ocurre cuando de repente se te destruye el mundo y no tienes lágrimas para llorar, ni venganza que cometer? ¿Qué pasa cuando te sientes vacía, sin saber qué hacer, o cuando todo te da igual? ¿Sabes qué ocurre? Empiezas a olvidar. Olvidas el olor de la leña cuando hace frío, el sonido del viento en un acantilado, el sabor de los besos, el tacto del sol. Dejas de observar y te limitas a mirar. Ya no escuchas, solo oyes. Ya no vives, solo sobrevives. Te conviertes en un animal nocturno. Dejas de crecer como persona, huyes de la felicidad. Nada es bonito para ti, nadie merece la pena. Es horroroso sentirse así. Nada te hace fuerte, aunque tampoco nada te hace débil. Todo es más fácil de llevar cuando no tienes problemas. No tienes que elegir porque no te apuestas nada. Lo tienes todo, pero no tienes nada. Te alimentas de tiempo, cuanto más rápido corra, mejor. No quieres detener ningún momento porque no quieres recordar nada. Te da igual si algo o alguien viene o se va. Contigo quien quiera, contra ti quien pueda, pero tú no vas a apostar nada por nadie. No levantarás un dedo por nada.
Pero, ¿sabes qué? Sé que no eres así. Sé que no soy así. Porque sé que te han dañado y tú has dañado. Que has castigado a quien no se lo merecía y has dejado libre a quien menos merece estarlo. Te has equivocado, has caído y te has dado. Has estado entre la espada y la pared. Sabes lo que es apostar y perder. Pero créeme si te digo que todo eso solo es parte de la vida y que si he aprendido algo de ella es que continua, y solo el día en que se pare, es cuando todo acaba y estarás muerto. Por lo tanto, vive, apuesta, sueña, cae, ama, juega, salta, rie, falla, olvida, perdona, miente, vete, vuelve, corre, vuela, sonríe, llora, odia, toma, o deja. Pero vive, porque vivir es tu única opción.
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