Amarte.
Tus labios húmedos, tus besos cálidos. Tus ojos inquisidores, tu mirada juguetona. Tu piel y su tacto encantador. Amar tus dedos paseando por mi espalda dibujando un corazón. Tus abrazos fuertes, queriendo protegerme de cualquier peligro. Tu aliento en mi nuca, hablándome despacio y suavemente. Amar tu insistencia de comprarme la luna llena. Tu forma de apagarme el Sol cuando quiero ver las estrellas.
Sin vértigo, sin miedo.
Amar tu forma de hacerme sentir nuevas emociones. Tu capacidad de leerme la mente. Amarte cuando discutimos. Amarte cuando reímos. Amarte tanto cuando estás como cuando no. Amar el sonido de los latidos lentos y sinceros de tu corazón en mi oído. Amar ser la causa de esos latidos. Amar nuestros piques. Nuestras noches en velas pegados al teléfono o nuestras tardes sentados al borde del horizonte. Amar tu forma de tratarme. Tu loca manera de ser y tu inconfundible impredecibilidad. Amar que hayas cambiado por y para mí. Amar cada segundo que me dedicaste ayer, cada minuto que me dedicas hoy y cada hora que me dediques mañana. Amar la manera en la que me dedicas sonrisas y me pides las mías sin importarte lo feas que sean. Amar cada lágrima que me secas. La necesidad de tus burlas para sentirme bien. Amar cada idiotez que me saque de mis casillas.
Amar tu forma de amarme. Amarte a ti.
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