Sólo sufre el que lo hace en silencio.

Por favor:

Pequeña, no llores por un hombre que no te quiere. No derrames lágrimas de cristal por recordar sus besos, ni destruyas tu gran corazón con su ausencia. Convierte su recuerdo en tu arma. Que ese fallo te haga más fuerte día tras día. Transforma el dulce sabor de sus labios en ácido y veneno. Has que tu corazón aprenda de ese error. Que sea el hielo que calme la quemadura del dolor. La tirita que una las brechas de rabia. Dale las gracias al destino por ponerlo en tu camino. Saca tus uñas y levanta tu ego, porque ahora te toca a ti luchar para quitarlo de tu paso. El que antes era tu mano para apoyarte, tus pies para caminar y tus ojos para ver ahora solo es una linda pero estúpida e inútil piedra en el camino. No te vuelvas a enamorar de esa piedra. No cometas otra vez ese error. Da igual si fuiste su capricho, ahora te toca mover ficha a ti. Que no te vea mal. Es hora de que tú pongas punto final a esta historia, que hagas tu jugada maestra y le des jaque mate. Es hora de que sea él quien te eche de menos y el que llore por ti. Entiende que lo mismo que te dañó, ahora te curará. Que hay millones de peces en el mar. Si sonríes que sea solo por ti. 

Quiérete y vive, porque si no lo haces tú, nadie lo hará por ti.