Estábamos locos. Sabíamos que nada de esto funcionaría; pero seguimos. Estábamos borrachos, llovieron besos, abrazos y "te quieros". Dijimos estar enamorados; y nos prometimos un "para siempre" que terminó en un hasta nunca. Corrimos cogidos de las manos y atados con un lazo largo. Nos escondimos de los demás y le chillamos al mundo que estábamos juntos y que nadie nos separaría. La noche nos regaló estrellas fugaces y la Luna nos volvió locos en la cama. Olvidamos nuestros rencores y problemas; entre vasos de plásticos y mecheros encendidos y fuimos felices por unos momentos.
Fue una noche loca. Pero fue la mejor noche de mi vida.
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