I still remember the day whe I met you.

Todavía recuerdo el día en el que te conocí. Sería divertido; si no fuera porque me quema el corazón como una herida. Como una herida que cada vez se abre más por culpa de tu recuerdo, y que se va infectando por culpa de tus besos. No te recordaré como fue el día en el que te conocí. Ambos nos acordamos perfectamente. Porque por mucho que te intestes; siempre estará ahí. Para ti puede que sea una espina mal tragada, o no. Sinceramente, no lo sé. No me importa. Pero sé que te acuerdas. No me preguntes, no me reclames. Es así. Te acuerdas. No es culpa de tu cerebro. Es mi culpa, porque sé que al menos causé un pequeño efecto en ti. Para bien o para mal. No lo sé. No me interesa. Pero extrañamente esta herida no me debilita. Me hace más fuerte. Me saca una sonrisa maliciosa; y no es culpa de mi corazón. Es culpa tuya; que destrozaste el corazón que te di. Pero te has equivocado. Yo no me tiré al suelo a recoger los pedazos y llorar por lo que había perdido. Yo cogí el pegamento de tus recuerdos y lo pegué. Pero al parecer mi corazón se hizo alérgico a ti y ese pegamento tuvo el efecto del veneno que transformó un pobre corazón; en tu peor pesadilla. Porque sé que al final; te olvidarás de mi. Pero mientras tanto; voy a ser la espina más grande y dolorosa que te ha atravesado.