Tienes el corazón en un puño. Lo apretas contra ti para evitar que se vaya con él. Es la última vez que lo verás. Sabes que debes vivir tu vida de ahora en adelante. Ambos están plantados enfrente el uno del otro. No hay ningún beso, ningún abrazo, ningún gesto que pueda solucionarlo. Corren lágrimas, y llenan los ojos de ambos de dolor. Apuñaladas de realidad que te atraviesan limpiamente el estómago. Notas como todas las mariposas de tu barriga vuelan agitadas, pero esta vez no de amor; sino de miedo. Huyen de un final que se aproxima tan repentinamente que hace tambalear las ideas. Todo el mundo cree saber lo que es el dolor. Pero nadie lo sabe tan bien como tú y él. Él te dice que siempre estará a tu lado. Que te protegerá y cuidará de ti aunque tú ya no puedas verle. Te promete que siempre y pase lo que pase se sentirá orgulloso de ti. Pronto, se calla. Pero tu sigues escuchando su voz en tus oídos. Crees oirle decir que se despierte que solo es una pesadilla, que él está ahí, acostado en la cama cuidando de ti. Pero esas palabras nunca suenan. Aunque sabes que él las quiere pronunciar, la realidad no es así. No volverá. Poco a poco su cuerpo y su alma desaparecen. A tu corazón le cuesta cada vez más y más latir. Tus piernas son incapaces de dar un paso delante de otro. Por primera vez, tu corazón y tu mente están de acuerdo. Ambos buscan razones para seguir; pero no las encuentran. "Él lo hubiera querido así" te dices. Pero él ya no está. Gritas y pataleas. Te das cuenta de que no siempre se consigue lo que quieres. Ambos sólo pedían una cosa. "¡¡Teníamos derecho a un final feliz juntos!!" le reprochas a viento y a la soledad. "¡Por favor! ¿Por qué no entiendes que nos queríamos?" imploras al cielo y a un Dios que no creías que existiera hasta ese momento.
Me encanta esta entrada, es preciosa, *-*.
ResponderEliminarJajajajaja Muchísimas gracias. LA verdad es que fue un libro que me tocó mucho, y quise ponerme en el cuerpo de la protagonista.
EliminarEn fin, eso es lo que salió