No dicen nada. No hablan. Evitan las palabras y se esconden de las miradas. Cierran los ojos, aprietan los puños, se muerden los labios...se coordinan, se entienden. Y tú eres la única persona plantada allí que no tiene ni idea de que ocurre. Todos los saben, ¿Acaso tú no? Todos, absolutamente todos están con pinchados para jamás hacerte saber lo que ocurre. Y de repente todo para, todos te miran y suspiran, y todos se vuelve terriblemente amable, con el único fin de no hacerte daño.
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