¿Cuándo te vas a dar cuenta? Las sonrisas que te dibujaba, las manos cálidas con las que me abrazabas, y los besos que congelaban mi corazón; han dejado huella en mi. Como una droga, necesaria para respirar, sin la que te ahogas. Como el alcohol cuando baja por tu garganta que te quema, y te lame. Y si algún día te vas; vete; pero déjame un poco de morfina sobre la mesa de la entrada.
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