Ahora si que sí. Ahora elijo yo.

Quizás esté cambiando, quizás no. Quizás lo que realmente haya cambiado sea mi forma de ver la vida. O simplemente la vida a hecho que cambie yo. Lo único que sé, es que estoy harta. Harta de enamorarme como una boba perdida. Harta de sufrir por alguien que no se merece ni si quiera una lágrima. O quizás no lo esté. Pero no quiero continuar por este camino. Ya me lo sé de memoria. Quiero elegir con quien estoy cada día y sin importarme lo que piensen los demás. Quiero ser LIBRE. Ser quien quiera, como me plazca y con quien me de la gana. Decir que San Valentín es cosa de novatos. Quiero aprender a vivir. A gritar que no, no me gusta ese chico, pero sí, quiero darle un beso que le deje sin respiración. Salir de fiesta de vestido y tacón. Quiero ser feliz. Porque los novios, son para cuando pueda permitirme tener problemas. Y a mi de esos, no me faltan. A partir de ahora, tendré una nueva ley: "Suéñalo, deséalo y hazlo, pero no te arrepientas."