Las nubes oscuras se acercan. Puedo sentir su furia. Intento mantener la calma. Pero sé que está ahí, que no se irá. Un día me levantaré y veré llover por la ventana. Notaré el frío debajo de mi piel y el viento me hará poner los pelos de punta. Algún día, llegará ese día que todos llevábamos esperando tantos años. Era todo cuestión de tiempo.
Entonces, querré que tú estés ahí.
Pero no estarás. Porque para entonces, ya te habré perdido y tú no estarás.
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