Te quiero. Sí; no me mires así. No lo releas veinte veces buscando una broma o un acto de mentira. Mis palabras son sinceras. Quédate conmigo. No te prometo estrellas, ni lunas que no puedo darte. No te diré cosas que no sienta. No sabemos como nos irá; puede ser que bien; o puede ser que mal. No tengas miedo; esto es cosa de dos. Sé que es difícil de creer, pero estaremos juntos hasta en lo malo. Sí, porque habrá momentos difíciles. Es uno de los riesgos y lo sabes. Lo que sí te puedo prometer; es que en esas situaciones buscaré la solución aunque esté en la otra punta del mundo. Buscaré la fuerza que necesitemos para salir adelante, buscaré la tercera opción inexistente. Reuniré toda la fé del mundo y toda la esperanza que encuentre. Si no me funciona el plan A, paso al B y si no al C; y así sucesivamente. No me rendiré. No me cansaré. Si me dejas te amaré con toda mi alma. Desde todas partes de mi ser. Seremos uno. Hasta el final.
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