Dear Dream:

Querido sueño:
Todo el mundo me dice que te debo perseguir, correr tras de ti, que algún día te alcanzaré. Todo el mundo me dice que nunca es fácil conseguirte, y que eres la cosa más deseada del mundo. Normal, eres un sueño. Hecho realidad o simplemente una idea, pero al fin y al cabo un sueño. Seguido, conseguido. Mentira. Te sigo, pero no te encuentro, te deseo, pero no te consigo. Lucho por ti, pero no gano ninguna batalla. ¿Por qué? ¿Por qué tienes que poner las cosas tan difíciles? ¿Por qué no puede aparecer un simple genio y concederte tres deseos? Sí, sé que nadie dijo que vivir fuera fácil. Pero para eso ya tengo mis propios problemas; y no. No soporto no conseguir lo que quiero. Quizás, como piensan mucho, solo eres un capricho. Pero no me suelo encaprichar. Ni lo pienso hacer. Porque con los sueños no se juegan, y tienes que tener cuidado con lo que deseas. Lo sé. Quizás sea una tonta siguiendo a algo imposible. Pero querido sueño. Soy la peor cabezota que te has encontrado jamás, y en mi vocabulario no existe la palabra IMPOSIBLE.