Sí, somos dos locos por aguantar tanto.
Ambos sabíamos que no iba a durar mucho más.
Pero seguimos.
Quizás por no hacer daño.
Quizás por no querer.
O simplemente por pura comodidad.
Y yo, llegados a este punto, tengo que decirte, que ya no es lo mismo.
Ya no creo en ti, y ya no vivo por ti.
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